El Nazareno mejora la capilla de su imagen titular en Santiago. Se han eliminado las humedades, además de pintar y recuperar la peana.
El Nazareno contará con una nueva capilla a finales de septiembre. En realidad será la misma que tenía en el templo de Santiago, aunque remozada y sin los problemas de humedad que le afectaban, especialmente en el muro trasero.
La actuación comenzó en agosto. Estaba planificada desde que comenzara a trabajar el nuevo equipo de la cofradía, que dirige Santos Benítez, y decidió acometerse al haberse completado la renovación de las andas y la tesorería. Con la mejora, el espacio y la talla no solo ganarán en salubridad, sino que también la estética de la capilla será mucho más espectacular.
El proyecto en marcha cuenta con el visto bueno tanto del ayuntamiento como de Patrimonio, que está siguiendo los trabajos. La zona en la que se actúa, en todo caso, no tiene un gran valor patrimonial porque es un añadido que se hizo al templo a mediados del siglo XX.
Se calcula que la actuación estará culminada a finales de este mes y que a comienzos de octubre la talla ya ocupará su nueva peana. Lo que se ha realizado ya es el saneamiento del muro y el arco de la bóveda. Se ha creado una cámara de aire para evitar que la humedad vuelva a afectarle y se ha cubierto con pladur, que después se ha pintado con estucado de apariencia marmórea.
Además se ha saneado el granito de la peana. Cuando terminen los trabajos de mejora se colocarán también dos nuevos altares de madera a cada lado de la peana, para colocar sobre ellas velas y crucifijos.
La cofradía aprovechará la actuación para adecentar también la verja, reponiendo la pintura y ocultando los cables de los focos que iluminan la talla, ahora a la vista